Confianza en Dios

El que no confía en Dios, es porque no lo ha conocido.
El que conociera a Dios, confiaría en Él, y entendería
que su Palabra es para hacernos bien.

¿No somos atormentados por lo que nos rodea?,
¿no nos sentimos afectados cuando falta el amor o el dinero?,
a todos, alguna vez, esto nos ha llegado a angustiar,
nuestras mente y cuerpo se debilita en esos momentos,
y quisiéramos recurrir a la salida más rápida,
pero esto refleja nuestra falta de fe
y de confianza en nuestro Padre celestial,
pues el que conoce a Dios, recordaría que él ha dicho
que sabe de antemano de que tenemos necesidad,
que no nos dejaría desamparados, que cada uno de
nuestros cabellos está contado,
que no nos probaría más allá de nuestras fuerzas,
y que no debemos preocuparnos de lo que nos pase en este mundo,
porque en Cristo Jesús somos vencedores,
¿no deberíamos sentirnos tranquilos,
ya que aunque andemos en valle de sombra de  muerte,
su vara y su cayado nos infundirían aliento?.

Hombres de poca fe somos, porque nos dejamos llevar por la angustia,
olvidando que tenemos al Fuerte de nuestro lado.
Si la angustia nos ha llegado,
es porque nuestro orgullo o falta de fe se ha elevado.

Cuando estás en ese momento, recuerda orar:

"Padre mío, en angustia estoy, y es porque he apartado mis ojos de ti,
te pido perdón por ello, se que tu estás conmigo
y no me dejarás solo ni padecer más allá de lo que yo pueda soportar,
alzo mi voz en ruego y oración,
teniendo la confianza de que haces esto porque es lo mejor para mí.
Sea hecho según tu Santa voluntad, en el nombre de Cristo Jesús, amén."